El Fraccionamiento Real de San Francisco Sección 1, ubicada en la delegación de La Presa, justo a un lado del Corredor 2000, tiene un terreno comunal, en donde vemos una capilla construida de materiales desechados mayormente, pero servible. El terreno es limpio, sencillo; adecuado por los mismos colonos y feligreses católicos tras años de ser un lote que servía solo para pandillas y drogadictos, aseguran los colonos.

Hace nueve años, la constructora del Fraccionamiento le donó al Ayuntamiento de Tijuana este terreno. Real de San Francisco ya tenía escuela (que no fue fácil asegurar, pero aquella es otra historia), parque, casetas de seguridad y otros servicios, pero les faltaba una capilla a la extensa comunidad católica que habitaba en él.

El terreno, viendo hacia el norte.

Entonces, desde el 2007, ellos han construido hasta tres Capillas del Espíritu Santo en ese terreno rehabilitado, para que sea el mejor parque que ellos pueden mantener y desde ahí ayudar a la comunidad a través de su religión y valores. Ninguno de los otros colonos se han quejado de su labor, dicen.

Pero, leyeron bien, han sido tres capillas. Tres, porque las otras dos las han derrumbado en los últimos años. Contratistas, empleados de la delegación La Presa y personas que representan a bancos o hasta a una empresa nacional, amenazan a los miembros de la comunidad católica con convertir su terreno en canchas de fútbol rápido o, se rumora, en alguna tienda de conveniencia.

La donación

El Ayuntamiento les donó el terreno a los colonos en el 2007. Tienen el contrato, que lo presumen a todos los medios y parece que cada miembro del comité tiene una copia. Ahí dice "Contrato de donación", en donde Consorcio de Ingeniería Integral, S.A. de C.V., mejor conocido como "ARA", le dona al Ayuntamiento el, Lote 21 de Real de San Francisco.

Los vecinos entonces, abogan para que el terreno siga siendo de uso comunal y lo puedan usar para una capilla. Nadie más lo reclama y ellos forman el comité general y único de la Capilla del Espíritu Santo.

Las firmas de cientos de colonos pidiendo que se mantenga la capilla y el terreno comunal.

María Elena Pereyra, vicepresidenta del comité, recuerda cómo desde el 2007 ha crecido la comunidad hasta a incluir 1,600 católicos que mantienen el espacio público libre de crimen o desuso. Después durante la campaña del 2013, el entonces candidato a alcalde Jorge Astiazarán Orcí, les prometió respetar el uso del terreno comunal para una capilla.

"Necesitábamos un espacio para capilla, y él [Astiazarán] dijo 'si ustedes ocupan eso, y son la mayoría, entonces, ustedes deciden qué se hace con este terreno'. Entonces, nada más recordarle, que incluso también nosotros le dimos un expediente de nosotros en ese día, que no nos pudo firmar nada porque tenía su brazo enyesado. Pero fue en su campaña, fue aquí, y él nos lo prometió [respetar el uso del terreno para capilla]", por lo que piden a todos los niveles de gobierno respeten y defiendan el uso del terreno para la comunidad católica.

Karina Valdez, vocera tercera del comité, hace un llamado a todas las comunidades católicas en ambos lados de la frontera "para que no nos tumben la capilla, que nos ayuden a hacer oración. Que no nos dejen solos, que los necesitamos", sobre todo ayuda material para mantener la capilla en caso de que sufra más daños.

Una pequeña niña de la comunidad, Jacqueline Torres, nos recita a los medios que "para nosotros es un lugar en donde aprendemos valores y podemos conocer a muchas personas. Aparte, hacemos servicios de visitar enfermos y de visitar familias, dar despensas. Es un espacio en donde nosotros recreamos y vivimos nuestra fe".

"Es la iglesia, es la voz de Dios, y no podemos callar la voz de Dios", argumenta el padre Carlos Poma Henostroza.

¿Quiénes amenazan a la comunidad?

"Si ellos quieren ir más allá, vamos a ir jurídicamente en contra de ellos", afirma el abogado del comité, Carlos Muñoz Rodríguez. Incluso, denuncian que una persona quienes identifican como el ingeniero Jaime Gutiérrez de la delegación La Presa (no aparece en los directorios de los más importantes funcionarios de tal delegación), los ha amenazado con arrestarlos si siguen estorbando.

Como ya lo mencionamos, esta es la actual y tercera capilla, pues las dos anteriores han sido derrumbadas por intereses privados ajenos a los colonos. No pueden aún descifrar quiénes están detrás de estos nuevos ataques, pues tienen varios puntos y sospechosos pero aún no pueden enlazarlo todo, no obstante tienen algunos nombres e ideas sobre quiénes podrían ser.

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Los llamados de ayuda. Foto: SanDiegoRed.com

Tan solo en la última semana contratistas aparecieron el domingo pasado repentinamente para cercar el terreno de nuevo. Fueron interceptados por los vecinos, a quienes les confesaron ser "de Bancomer" y que sólo recibieron órdenes de inmediatamente cercar el lote, sin alguna explicación. Igual, de la noche a la mañana, comenzaron máquinas a aplanar un área para lo que podría ser canchas de futbol rápido.

¿Canchas de futbol rápido, u otra cosa?

Es un enorme contraste a como era hace unos años la relación con la delegación, quienes los ayudaban con maquinaria para emparejar el terreno y construir su capilla. "Tenemos incluso las peticiones [de apoyo] firmadas de recibidas" por parte de la delegación. Fue desde hace un año cuando comenzó el abandono por parte de la delegación y las amenazas para quitarles el terreno.

Para ayudar a la comunidad, contacten a María Elena Pereyra, 664-561-7586, o con Karina Valdez, al 664-364-2862. Buscan el apoyo tanto de Tijuana como San Diego, ya sea material, con sus oraciones o participación en el movimiento ciudadano.

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