Tijuana

¿Qué ha pasado con los migrantes de El Bordo en Tijuana?

Investigación de KBPS fue en busca de la respuesta a esta pregunta

Por Edgar Martínez2016-05-22T20:28:20+00:00

TIJUANA - El año pasado se había lanzado un operativo por parte de los tres niveles de gobierno (principalmente el gobierno del estado) para enviarlos a centros de rehabilitación e incluso a una penitenciaría abandonada en Tecate para ser albergados ahí.

Pero tan solo unos meses después, varios de ellos ahora habitan de nuevo la canalización del Río Tijuana. En los túneles oscuros del canal, donde en verdad empieza la patria, de nuevo viven cientos de indigentes y migrantes indocumentados. No en los enormes números que veíamos en las noticias internacionales, pero sus números tampoco son pequeños, viviendo entre ratas y aguas negras, escondiéndose de la policía municipal.

Todo esto es parte de un reportaje especial publicado ayer por KPBS, quienes entrevistaron tanto a los migrantes como al jefe de la policía municipal, Alejandro Lares Valladares. Los indigentes acusan a los policías de "cazarlos" para meterlos a la cárcel o centros de rehabilitación, a pesar de que muchos de ellos ni siquiera usan drogas y sólo están tratando de sobrevivir o en búsqueda de nuevas oportunidades laborales.

Tan sólo falta poner atención cuando pases por la Vía Rápida (ya se la Poniente u Oriente) y notarás una serie de cruces en memoria de los indigentes fallecidos, un cruce donde los autos normalmente van a más de 80 km/h.

Es en este cruce donde los migrantes al tratar de escapar de los policías terminan atropellados, una escena muy común ya que las autoridades lanzan operativos de "limpieza" cada semana.

Richard Klein

Muchos de estos vienen de ciudades del norte como San Diego u otras ciudades californianas de donde típicamente son deportados, dejando a sus familias y vidas atrás y topándose con un estilo de vida al cual no logran adaptarse fácilmente y la gran mayoría termina viviendo en una zona mejor conocida como El Bordo, donde hay la mayor congregación de estos ciudadanos de segunda clase.

Muchos de ellos se quedan en esta zona con la esperanza de poder cruzar de nuevo a los Estados Unidos, la gran mayoría no cuenta con documentos mexicanos. Algunos usan drogas como heroína o metanfetaminas. Otros ni siquiera usan drogas.

Aún así, funcionarios de la ciudad aseguran que estos residentes de los túneles cometen crímenes, sufren de adicción y dañan al turismo de la ciudad.

Entrevistado por KPBS, el jefe de la fuerza policiaca, Alejandro Lares Valladares, dijo que está planeando una redada a gran escala para limpiar el canal de esta. Dice estar esperando 14 vehículos todo terreno que ordenó recientemente para poder llevar a cabo su "limpieza", la cual se llevará a cabo en las próximas semanas.

"Vamos a tomar posesión de todo el río", dijo Lares.

Esta evacuación forzada es una extensión de la limpieza parcial inicial que fue llevada a cabo la primavera del año pasado, donde miles de migrantes fueron removidos de sus moradas improvisadas en el canal, cercas de las zonas turísticas de la ciudad como los bares en la Avenida Revolución, para ser llevados a un centro de rehabilitación.

Según la investigación realizada por KPBS, se encontró una serie de violaciones a derechos humanos. Muchos de ellos fueron llevados contra su voluntad. Algunos ni siquiera consumen drogas, por lo que a lo largo de estos últimos meses, miles de ellos han logrado escapar o ya han sido liberados, sólo para regresar al mismo lugar, pero esta vez más a dentro de los canales, donde ni la luz logra entrar.

"Es la tierra de nadie", dijo Lares.

Según Lares, solamente se arresta a aquel indigente que haya cometido crímenes como robar, vender drogas o simplemente por dormir en el canal, el cual es propiedad federal.

También asegura, que su plan de "limpieza" ha ayudado a reducir el crimen en Tijuana. A pesar de que la canalización del río es propiedad del gobierno federal, la policía municipal ha obtenido permiso de patrullar el área desde el año pasado.

Según un informe policiaco, de enero a noviembre del año pasado, 39,747 crímenes fueron reportados en Tijuana, el número reportado más bajo desde hace una década. El robo de automóviles y a casas habitación ha bajado un 16% durante ese periodo. A diferencia de los homicidios, los cuales han subido un 34%.

El proyecto de "limpieza" de Lares. Jean Guerrero/KPBS

La tierra de nadie

Desde hace un año y medio, el Ayuntamiento de Tijuana ha puesto en marcha algunos programas para atender la problemática de miles de deportados, como el Programa Mejora, que busca repatriar a quienes necesitan papeles o transporte para regresar a sus tierras natales. Pero los resultados han sido mixtos, principalmente porque la ciudad puede hacer poco cuando se trata de un problema entre naciones, un problema que requiere de mucho más involucramiento por parte del gobierno federal.

Al abrir centros de rehabilitación exclusivos para los indigentes, o que acepten en su mayoría a indocumentados, varios de ellos se han quejado que la policía los remueven a la fuerza, sufriendo abusos físicos por parte de algunos de ellos.

¿La reacción del gobierno ante tales acusaciones? Sugerir que se presente una queja formal ante las autoridades para "investigar" el caso.

"No voy a tolerar ningún abuso por parte de un oficial hacia la ciudadanía", declaró Lares.

VIDEO | Un inmigrante más

Vía KPBS News

Según los indigentes, parte de la razón por la cual no han logrado adaptarse a la vida en Tijuana es debido a que la policía hace la situación mucho más difícil para ellos, ya que seguido los arrestan por el solo hecho de sobrevivir en los túneles de la canalización de Tijuana.

Siendo una ciudad fronteriza, es muy probable que esta no sea la solución correcta ya que siempre habrá deportados sin tener a donde ir y con pocas o nulas oportunidades de trabajo, argumenta un inmigrante ante KPBS.

Un problema que nos afecta todos los tijuanenses y que en vez de ignorarlo deberíamos presionar a todos los gobiernos a seguir el ejemplo de proyectos y organizaciones civiles que buscaban darle una segunda oportunidad a esta comunidad ignorada por una gran mayoría.