Los Ángeles.- El mundo ve conmocionado el declive de Charlie Sheen, el actor mejor pagado de la televisión de Estados Unidos que no da pie con bola desde que una desenfrenada fiesta con actrices porno lo llevara a ingresar a una clínica de desintoxicación y a que se cancelara la serie "Two and a Half Men".
Hoy mismo, en el programa "Today", del canal NBC, Sheen aparecía en su "hogar sin drogas" acompañado de una actriz pornográfica y una modelo -él las llama sus "diosas"- que le ayudan a criar a sus gemelos, fruto de su relación con Brooke Mueller.
"Estas mujeres no me juzgan ni me aburren con sus necesidades en todo momento", afirmó el actor, quien tampoco tuvo inconveniente en criticar a su padre, Martin, y su hermano Emilio, quienes han mostrado recientemente su preocupación por él.
"Han intentado ayudarme, pero les he dicho que no estoy preparado, que no me interesa su retórica ahora mismo. Agradezco su amor, su compasión, si es así como lo quieren llamar. Pero tengo 45 años y no me interesa que la gente me trate como si tuviera 12", añadió.
Y dejó un mensaje para los fans de la serie "Two and a Half Men": "No se preocupen por mí. Es hora de celebrar. No los decepcionaré. Se los prometo".
Aquella fiesta de 36 horas del pasado 27 de enero propició que el intérprete ingresara en un centro de rehabilitación por problemas con las drogas, después de que diera por concluidos los festejos por un severo dolor abdominal.
Tras salir del centro médico, Sheen prosiguió la terapia en su domicilio y se tuvo que suspender la grabación de la serie hasta que su protagonista estuviera de nuevo disponible.
Pero cuando todo parecía indicar que la producción se reanudaría, el actor profirió graves insultos hacia sus jefes, a quienes llamó "nazis", y a Chuck Lorre, el creador de "Two and a Half Men", a quien se dirigió por su nombre original judío de forma insultante, algo que ha levantado una gran polémica.
Aquello provocó que el pasado 24 de febrero CBS y Warner Bros. decidieran que la producción de la serie quedaba cancelada definitivamente para lo que resta de temporada.
Desde entonces, el "show" de Sheen se ha multiplicado con numerosas apariciones en radios y televisiones de Estados Unidos trufadas de de explosivas declaraciones ("soy grandioso"; "estoy cansado de aparentar que no soy especial"; "CBS, disculpense mientras me chupan los dedos de los pies") que han conseguido que su representante de toda la vida, Stan Rosenfield, tirara la toalla.
"Ahora mismo no soy capaz de trabajar de manera eficiente como su publicista y he abandonado el cargo", dijo en un comunicado.
El actor ha dado entrevistas en las últimas horas al portal TMZ, al canal ABC, a un programa de deportes de FOX e incluso a la CNN, con una aparición de última hora en el programa de Piers Morgan.
"Estoy en una cruzada por reclamar mi victoria absoluta en todos y cada uno de los frentes de este enorme lío", declaró Sheen, quien a pesar de su historial de problemas con el alcohol y las drogas, asegura que no necesita ningún tipo de tratamiento porque los programas para alcohólicos anónimos están escritos "para gente normal", no para gente "con sangre de tigre".
"Ya sabes, con ADN de Adonis", concluyó.
