México.- Los periodistas que cubren información sobre crimen organizado en México viven a diario una tragedia personal incapaces de saber si, por su labor, pasarán pronto a engrosar la terrible cifra de 65 muertos y 12 desaparecidos de los últimos años, dijo el escritor Luis Humberto Crosthwaite.
"Creo que en México se mata a periodistas porque se puede hacer. Se demuestra que se puede matar a uno sin que suceda absolutamente nada, sin que se encuentren culpables", explicó en entrevista Crosthwaite (Tijuana, 1962).
El autor mexicano presenta estos días "Tijuana: crimen y olvido", una novela que relata la historia de una joven reportera de Tijuana y un veterano comunicador de San Diego que culmina con la "inexplicable desaparición" de ambos.
"El fin es dar a conocer una serie de aspectos, en este caso el asesinato y la desaparición de periodistas, y ver y analizar el lado humano de ellos, volverlos personas", señala Crosthwaite.
En México desde el año 2000 a la fecha han sido asesinados 65 periodistas y 12 más han desaparecido desde 2005, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de varias ONG.
"A mí algo que me llama la atención es que desaparecen o mueren periodistas y rápidamente se convierten en parte de la estadística. Dejan de ser seres humanos y se vuelven un número", lamenta Crosthwaite.
Dedicado al periodismo desde el semanario San Diego Union-Tribune, ubicado en esa urbe californiana vecina a Tijuana, donde vive, Crosthwaite se apartó de esa actividad hace año y medio para dedicarse a otros proyectos.
Su novela, confiesa, no busca denunciar sino más bien "abrir una reflexión" acerca de la problemática que viven los reporteros en un país envuelto en una ola de violencia que amenaza la libertad de expresión y a la democracia.
El pasado 3 de noviembre el Gobierno mexicano anunció la creación de un mecanismo de protección a periodistas amenazados, que se asemeja a otro con el mismo propósito que desde hace años funciona en Colombia.
Sin embargo Crosthwaite es escéptico con la medida: "¿Qué hace la legislación? Me parece que un chaleco antibalas es mucho más seguro que una ley", agrega.
Su paso por las redacciones, las conversaciones con editores y otros compañeros de profesión hicieron de Crosthwaite un crítico también con el modo en que los mismos medios descuidan a veces la seguridad de sus trabajadores.
"Si el Presidente ha dicho que esto es una 'guerra contra el narcotráfico', entonces deberían los reporteros ser corresponsales de guerra. Y cuando mandas a uno a la guerra, tú sabes a lo que le estás metiendo. Pero a estos chicos los estás mandando sin ninguna protección", lamenta.
En el mejor de los casos quizás un editor que llega a decir "no te arriesgues demasiado" aunque "por el otro, están pidiendo la noticia".
Sin lugar a dudas, México es hoy el país más peligroso de América Latina para el ejercicio periodístico, afirma Crosthwaite.
El libro encierra además un homenaje al fundador del semanario tijuanense "Zeta", Jesús Blancornelas, convertido en personaje, quien fue una de las plumas más valientes contra la corrupción y el narcotráfico.
Vivió amenazado de muerte desde el 27 de noviembre de 1997, cuando fue víctima de un atentado organizado por narcotraficantes donde murió su guardaespaldas, hasta noviembre de 2007, cuando falleció tras una larga enfermedad.
"Con un gran valor Blancornelas nunca permitió que los muertos de 'Zeta' se convirtieran en estadística. El nombre de su editor y de su codirector (asesinados por la delincuencia organizada) siguen apareciendo incluso después de que él murió, ocupando una plana completa del semanario", agrega el escritor.
Crosthwaite es autor de las novelas "Estrella de la Calle Sexta" (2000), "Aparte de mí este cáliz" (2009) e "Idos de la mente" (2010), además de otros libros de relatos.
Diversas ONG consideran que México es actualmente el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, y uno donde más arriesgada es la profesión del mundo.