Los Ángeles, 13 dic (EFE).- Sonia María De León de Vega es una de las cuarenta directoras de orquesta sinfónica que existen en el mundo y ha colocado su gran pasión por el arte al servicio de un objetivo: que los hispanos conozcan la belleza de la música clásica.
De León de Vega, quien dirige la Orquesta Santa Cecilia encuentra su motivación al verse reflejada en los rostros de los niños hispanos que van a sus presentaciones.
"Las comunidades latinas han sido por mucho tiempo pobremente representadas y atendidas en las artes, especialmente en las bellas artes", dijo a Efe De León de Vega.
Nació en San Antonio, Texas, hace 46 años y desde pequeña quiso ser parte del mundo de la música como pianista de concierto.
Pero pudo más la dirección orquestal que estudió en reconocidas academias, como en el Instituto Internacional Instrumental para Conductores de Herbert Blomstedt y en diversos talleres de la Liga de Orquestas Sinfónicas, con figuras como Otto Werner Mueller, Maurice Abravanel, Pierre Boulez, André Previn y Zubin Metha, así como con David Buck, uno de sus maestros de conducción más importantes.
Desde muy joven se destacó en su oficio. A los 24 años fue invitada como conductora de una misa papal en el Vaticano. Por eso, de la devoción de su padre a Santa Cecilia, patrona de los músicos, fundó hace 17 años esta orquesta sinfónica con un sólo propósito.
"Solamente he querido traer las cosas bellas a las vidas de la gente… esta es la única orquesta del país cuyo objetivo es llevar este tipo de música al mundo latino", explicó.
No se trata de un objetivo fácil, ya que muchas veces las apremiantes necesidades de las familias de escasos recursos no dejan espacio para Beethoven o Brahms.
Sin embargo, ella misma asegura que mucho tuvo que ver un episodio de su juventud lo que le impulsó a seguir el camino del arte cuando una vecina de gradería, en un concierto clásico, le dijo: "gente como ustedes no pertenece acá", refiriéndose a su condición de hispana.
Tras las presentaciones, "son los padres los que me dicen que no querían venir, porque los chicos se pierden las fiestas o los juegos para poder estar acá", explicó.
Trabaja en varios programas con jóvenes en riesgo, en los que quiere que la música tenga un lugar de importancia y los aleje de las pandillas y los problemas.
La Orquesta Santa Cecilia, compuesta por 75 integrantes, realiza seis grandes conciertos al año y auspicia un centenar de presentaciones con agrupaciones de cámara en las escuelas locales de las comunidades latinas de Los Ángeles.
"Hay quienes creen que a los latinos no les interesan las artes y recortan los programas dedicados al tema, utilizando esto como excusa para eliminar los planes de apoyo general para la comunidad. Yo quiero cambiar eso y quiero que todos sepan que la belleza es para todos, sin importar el origen étnico", afirmó.
El periódico "Los Angeles Times" ha definido sus actuaciones como "un rayo y una fuerza a tener en cuenta en la escena musical" y bajo su liderazgo su orquesta ha pasado de una idea y dos mil dólares de presupuesto a una institución con recursos de funcionamiento que superan el cuarto de millón de dólares y donaciones de las más importantes entidades de apoyo a las artes, como las fundaciones Annenberg y Weingart, y el Consejo Nacional para las Artes, entre otras.