Los Ángeles, 29 nov (EFE).- Su inagotable búsqueda de nuevos sonidos ha convertido a Carlos Castro en el creador de "paisajes sonoros" presentes en cada disco de las grandes estrellas para quienes ha trabajado como ingeniero de sonido.
La primera grabación oficial realizada en su estudio WaterSound, ubicado en Studio City, California, sucedió en 1999.
"Definitivamente comencé con muy buen pie porque mi primer trabajo como ingeniero de sonido, ya con mi propio estudio, fue haciendo parte del disco "Amarte es un Placer" de Luis Miguel, con el cual tuve la dicha de ganar varios premios por ventas", dijo Castro en entrevista con Efe.
En las paredes del estudio que Castro construyó desde la primera piedra, siguiendo rigurosamente cada línea que había marcado para lograr lo que él describe como "sueños sónicos", reposan discos de oro, platino o certificados de Grammy que premian discos o canciones en los que ha participado.
La más reciente aún no ha llegado a sus paredes, pero ya forma parte de sus logros. El tema "Amarte a la Antigua" de Pedro Fernández, ganador del Grammy Latino 2010 como Mejor Canción Regional Mexicana, fue grabado y mezclado por Carlos Castro en su muy solicitado estudio.
Su curiosidad por grabar los sonidos lo invadió desde que era un niño. A los 8 años recibió de regalo una grabadora de casete, en su natal Ciudad de México, y desde entonces no paró de usarla, hasta un día que quiso grabar el sonido interno de un horno de microondas.
Para ese entonces tenía 11 años y registraba así su primera pérdida de un equipo valioso.
Graduado en 1990 como ingeniero de sonido en Full Sail Center for the Recording Arts, ubicado en Orlando, Florida, este mexicano nacido hace 39 años, se propuso como objetivo trabajar para el ingeniero de sonido Bruce Swedien, quien entre otros grandes logros tiene haber grabado y mezclado el disco más vendido en la historia, Thriller, de Michael Jackson.
"Muchos se burlaron de mi cuando dije que ese era mi sueño, pero no me detuve y apenas me gradué le envié mi portafolio y una presentación hecha con mucho detalle y calidad", contó.
"Swedien recibió mi correspondencia un lunes a las 12:00 del mediodía y a las 12:15 minutos llamó al director de mi escuela para decirle que había jurado no recibir a nadie más, pero que conmigo debía hacer una excepción", relató el hoy experto en grabación, creación y mezcla de sonidos.
Durante tres años y medio Castro trabajó al lado de Swedien. "Ese tiempo fue para mí una maravillosa escuela, aprender del maestro de maestros es sin duda el mayor de los privilegios", comentó.
Mientras estaba como discípulo de Swedien, Castro se dedicó a comprar equipos de grabación antiguos provenientes de lugares como Alemania, Hungría, o Checoslovaquia, equipos de los años 30, 40 o 50 y que hoy tiene en su estudio donde puede obtener los mismos matices sonoros de esas épocas e imprimirlos en discos de la actualidad.
Entre la larga listas de artistas que han confiando la grabación de sus discos o canciones al muy educado oído de Carlos Castro destacan los nombres de Luis Miguel, Marco Antonio Solís, Pedro Fernández, Lucero, Alicia Villareal, Pepe Aguilar, Pee-Wee, Ana Torroja, Thalía, Lupillo Rivera, Horóscopos de Durango y muchos más.
Actualmente trabaja en el disco de la española Shaila Durcal, que saldrá próximamente al mercado.
"Como ingeniero de sonido, uno es un camaleón sónico que se adapta de acuerdo a las necesidades del estilo, para brindar la riqueza sonora que tiene la canción, apoyar el arreglo musical y darle una armadura de calidad al cantante para que se pueda batir a duelo con todas las canciones que hay afuera en la radio", finalizó.
