
El artista, que se destapó como miembro de la comunidad gay en 2010, dijo haberse sentido culpable por su homosexualidad en algún punto de su vida, debido a la presión social sobre cómo debemos ser y comportarnos según los estándares de lo correcto. Al saber que sus gustos se salían de estos parámetros, prefirió esconderlos en lugar de aceptarse a sí mismo, y comenzó a vivir conforme a lo que el resto de la gente esperaba de él:
"Estaba muy enojado, muy rebelde. Solía ver hombres homosexuales y pensar, 'No soy así, No quiero ser así, eso no soy yo'. Estaba avergonzado. Cuando todos te dicen que estas equivocado, la sociedad, tu destino – mi autoestima estaba arruinada. Tomé mi ira y la saqué en contra de algunos alrededor de mí […] Ahora volteo al pasado y me doy cuenta de que hacía bullying a otras personas solo porque sabía que eran gay. Internalicé la homofobia, y me di cuenta de que estaba confrontándome a mí mismo. Quería alejarme de ello"
Dijo también que le habría gustado canalizar ese enojo en algo más productivo, como la música, específicamente el piano, en lugar de hacer sentir mal a los demás solo porque tenía problemas para aprobación y tolerancia, sobre todo respeto.
Actualmente no solo se acepta como es, sino que lucha por los derechos de los homosexuales y promueve la equidad entre las personas sin importar sus preferencias sexuales.
La trascendencia de este tipo de declaraciones por parte de las celebridades gay radica en fortalecer una cultura anti discriminatoria, donde nuestros gustos personales no se vean comprometidos con todo lo que podemos aportar a la sociedad.

Ricky Martin es un famoso que siempre se ha distinguido por su calidad humana, ayudando a los más necesitados. Se ha unido a causas como la lucha contra la explotación sexual infantil, y cuenta con una fundación para ello que además
impulsa la educación. Hoy en día, es embajador de Buena Voluntad de la UNICEF.
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Elizabeth.rosales@sandiegored.com