La apertura y la aceptación de otras preferencias son aplaudidas y bien gratificadas en ventas.
Artistas como Lady Gaga, Cher, Lisa Minelli y Madonna deben mucha de su fama a los admiradores que las han adoptado como íconos de un movimiento de lucha por la igualdad entre heterosexuales y homosexuales.
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El sitio de noticias Salon, cuestiona en este sentido la postura del actor Joseph Gordon Levitt, al negarse a declarar si es gay o no, viendo la posibilidad de que el actor esté explotando la duda sobre su inclinación para atraer la atención de sus posibles seguidores dentro de la comunidad gay. Ya que recientemente, Gordon-Levitt posó para la revista Out Magazine, una popular publicación para homosexuales, en la cual se le cuestionó si tenía preferencia por los hombres y el actor se negó a contestar argumentando que sería 'de muy mal gusto' responder esa pregunta, y que 'ellos' ganarían si tuviera que aclararlo, refiriéndose a los paparazzi.
En el pasado, artistas que fueron sujetos de rumores en los que se les adjudicaba otra orientación sexual, optaron por demandar. Como Tom Cruise, quien, de este modo se hizo acreedor a $10 millones de dólares.
Parece ser que el negocio de los actores más jóvenes consiste en dejar al público con la duda para no perder admiradores (ni heterosexuales ni homosexuales) y lo que eso significa en signos de dólares.
Otros actores lo han manejado de otras maneras más inteligentes. James Franco por ejemplo, confesó que desearía ser gay, aunque no lo es. Jake Gyllenhaal por su parte, dijo que los rumores en los que se decía que él era homosexual, lo halagaban pero que prefería a las damas. De este modo es que ambos actores aclararon sus preferencias de manera respetuosa para el público homosexual.
El artículo publicado por Salon y escrito por Daniel D'Addario concluye que el hecho de que Joseph Gordon Levitt haya posado para la portada de esta revista implica que 'no es exactamente homofóbico' pero que su lectura sobre lo ofensivo o de mal gusto que considera el tema al que se niega responder, se asemeja más a la actitud de Tom Cruise (quien se sintió ofendido y tomó acciones legales) que a la de James Franco o Jake Gyllenhaal, quienes lo tomaron con más naturalidad.
Fuente: Salon
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Elizabeth.rosales@sandiegored.com
