De acuerdo con fotografías compartidas por The Marilyn Monroe Collection, la colección privada más grande del mundo que homenajea a la actriz, en donde comparan el antes y el después del vestido, es posible ver que hacen falta algunos cristales y otros más apenas se aferran a la tela. Además, se observan rasgaduras, estiramientos y un desgaste considerable en la tela.
Citando al museo ‘Ripley’s Believe It Or Not!’, afirmaron que “se tuvo mucho cuidado para preservar esta parte de la historia de la cultura pop. Con el aporte de conservacionistas de prendas, tasadores y archivistas, la condición de la prenda era la máxima prioridad”, por lo cual no se realizó ninguna modificación al vestido.
Según la socialité, tuvo que perder casi 8 kilos en 3 semanas para poder “entrar” en el vestido de Monroe y lucirlo en la Met, donde fue acompañada por su pareja, el comediante Pete Davidson.
Por su parte, Bob Mackie, el diseñador que se desempeñó como asistente de Jean Louis y fue responsable del boceto original del vestido de Marilyn, declaró a Entertainment Weekly que fue “un gran error” permitir que Kim usara el vestido en primer lugar.
El Consejo Internacional de Museos comentó que “las prendas históricas no deben ser usadas por nadie, ni personajes públicos ni privados”, de acuerdo con The Guardia.
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