Houston (EE.UU.), 2 dic (EFE).- El alero LeBron James, quizá como premonición al ambiente que se pueda encontrar cuando esta noche salte de nuevo al "Quickens Loans Arena" para medirse a su ex equipo, Cleveland Cavaliers, sufrió problemas en el vuelo, ya que el avión en que viajaron los Heat de Miami tuvo fallos en un ala.
El equipo de Miami viajó la pasada madrugada nada más concluir el partido contra los Wizards de Washington y de acuerdo con la información oficial del aeropuerto de Cleveland Hopkins, la tripulación del vuelo avisó a la torre de control acerca de problemas en una de las alas del avión.
Jackie Mayo, portavoz del aeropuerto de Cleveland Hopkins, explicó que la comunicación de la tripulación se hizo mientras se aproximaban aterrizar.
De inmediato se estableció el servicio de alerta en el aeropuerto para que dos camiones de bomberos se trasladasen a la pista donde iba a aterrizar el avión con la expedición de los Heat, para cumplir con el procedimiento reglamentario que se da en ese tipo de situación.
La misma fuente informó de que el avión procedente de Miami con toda la expedición de los Heat aterrizó sin ninguna novedad a las 2:30 de la madrugada de hoy, jueves.
La expedición de los Heat se traslado posteriormente en autobús hasta el hotel que tienen establecido cuando llegan a jugar a Cleveland, pero esta vez rodeado de mayores medidas de seguridad para impedir cualquier tipo de incidentes mientras se encuentren en la ciudad.
Los Heat ya tuvieron el calentamiento normal de mañana con tiros a canasta en el Quickens Loans Arena y regresaron al hotel para comer y descansar antes del partido de esta noche.
Nada más concluir el encuentro, la expedición de los Heat tiene previsto viajar de regreso a Miami, donde volverán a jugar el próximo sábado contra los Hawks de Atlanta.
A pesar que de las pocas horas que estará James en Cleveland las medidas de seguridad en torno a su persona son extremas para evitar cualquier tipo de incidente con los seguidores de los Cavaliers.
James, que jugó siete temporadas con los Cavaliers, pero el pasado verano decidió "llevar su talento al Sur de Florida" cuando fichó como agente libre con los Heat, regresa a Cleveland para disputar su primer partido contra su ex equipo en medio de un ambiente de clara hostilidad hacia su persona.
El propio dueño de los Cavaliers, Don Gilbert, que calificó su decisión de "cobarde", sigue sin aceptar su marcha y ha pagado a una prestigiosa firma de abogados para que investiguen si James y los Heat violaron las reglas de establecidas por la NBA en el fichaje de los jugadores agentes libres.
Aunque el propio comisionado de la NBA, Davis Stern, le aconsejó que no iniciase tan acción, Gilbert ha seguido adelante y espera demostrar que los Heat tuvieron contactos previos con James antes que les fuese permitidos.
De confirmarse tal acción, los Cavaliers podrían recibir algún derecho de selección en el sorteo universitario como compensación.
Mientras, en el apartado deportivo, los Heat no llegan a Cleveland como el equipo arrollador que se pensaba iba a ser desde el inicio de la temporada, pero los Cavaliers tampoco son un equipo ganador en el nuevo proceso de reconstrucción sin la presencia de James.
Los jugadores ex compañeros de James como el base Mo Williams, el mejor hombre que tienen ahora los Cavaliers en su plantilla, dijeron que entendían la decisión tomada por su ex líder y ahora se sentían motivados para intentar ganarlo en el campo como rival.
"Va a ser algo brutal, pero estamos listos para el gran duelo en el campo", declaró Williams. "No tengo que hacer otro tipo de valoración, simplemente salir al campo y hacer nuestro mejor juego".
Williams dijo que no era su misión juzgar las acciones de nadie, pero lo que sí estaba claro es que el partido iba a ser muy especial y lleno de emociones.
"Es como si tu ex novia se presentase a tu boda", comentó Williams.