Nueva York, 6 nov (EFE).- Edison Peña, el chileno que pasó 70 días junto a otros 32 mineros atrapado en la mina de San José de su país, visitará "Graceland", la mansión de su ídolo Elvis Presley, una vez concluya, este domingo, su participación en el maratón de Nueva York.
Peña visitará, además, de la mansión que en Memphis (Tennessee), tenía el "rey del rock", la ciudad de Las Vegas (Nevada), en donde asistirá al espectáculo musical "Viva Elvis" del "Cirque du Soleil", por invitación de Elvis Enterprises, indicó hoy la cadena de televisión CBS en Nueva York.
El minero chileno, que llegó esta semana a Nueva York y mañana participará en el maratón de esta ciudad, se ha convertido en toda una celebridad desde que ha puesto el pie en Estados Unidos, en donde hasta ha imitado a Elvis Presley en varias de sus comparecencias.
Peña, de 34 años, no dudó en cantar en plena conferencia de prensa el pasado jueves un tema de Elvis Presley cuando le preguntaron sobre su afición por la leyenda del rock, ya que lo primero que pidió cuando los equipos de rescate contactaron con ellos fue un iPod con la música de Elvis.
Volvió también a interpretar unas estrofas de otra canción cuando ese día participó en el espectáculo televisivo nocturno "Late Show" con el humorista David Letterman.
El minero chileno y su esposa pasan las previas a la participación de Edison en el maratón de Nueva York visitando la ciudad de los rascacielos, convertido en toda una celebridad, y visitando desde restaurantes de su país al emblemático Empire State Building o la Estatua de la Libertad.
"No me lo esperaba. Ha sido una bienvenida muy calurosa", ha señalado Peña de esta ciudad, de la que también ha dicho que es "muy bonita", aunque también señaló que creía que la Estatua de la Libertad era "más blanca y más grande… En las películas parece más grande", señala hoy el diario New York Post en su edición digital.
Este rotativo señala también que Peña degustó uno de los clásicos "hot dogs (perritos calientes)" de Nueva York, y que dijo que "en Chile son mejores", pero no se atrevió con la experiencia de ir en metro, siguiendo consejos médicos.
Con la llegada de Peña a Nueva York y su aparición ante las cámaras de televisión, muchos estadounidenses han sabido que durante los 70 días que estuvo enterrado a 700 metros de profundidad con otros 32 compañeros en esa mina de Copiapó, entrenaba a diario dentro de esa instalación para luchar contra el aburrimiento y la depresión.
De la carrera de mañana, Peña ha señalado que "es un sueño", y que cuando los organizadores le invitaron, pensó en venir "solamente a mirarla pero decidí participar y sentir la emoción" y que ha admitido que aunque no está "preparado para esta gran prueba", sí quiere "demostrar que sí se puede, que todos pueden participar".