Redacción EEUU, 22 nov (EFE).- El protagonismo del fútbol latinoamericano estuvo una vez más presente en una final de la Liga Profesional de Estados Unidos (MLS) con los argentinos Pablo Mastroeni y Claudio "Piojo" López, que lograron el sueño del título de campeones con los Rapids de Colorado.
Mastroeni, de 34 años, uno de los grandes veteranos que hay en la MLS y que todavía no tenía un título de campeón, vio como su equipo de los Rapids por fin ganaban el primero en su segunda final disputada después de vencer, en la prórroga, por 2-1 al FC Dallas y su felicidad era completa al concluir el partido.
"Me siento contento, feliz", declaró Mastroeni. Todavía estoy un poco molesto por los dolores que siento tras el esfuerzo físico, pero ha merecido la pena".
Mastroeni reconoció que el juego de conjunto y la manera como anularon a jugadores claves del FC Dallas, como el centrocampista colombiano David Ferreira, había sido una de las claves del partido.
"Eso fue decisivo, cortarles las penetraciones y luego el oportunismo de los goles que consiguieron Conor Casey y Macoumba Kandji nos acercó aun más a la gran victoria", explicó Mastroeni. "Estoy emocionado por los muchachos, haber tenido la oportunidad de levantar el trofeo todos juntos como un equipo".
Mastroeni, que lleva 13 años en la MLS y nueve con los Rapids, destacó que el triunfo fue el resultado y la culminación de todo el esfuerzo y dedicación que había puesto el equipo durante todo el año.
"Para los aficionados de los Rapids sólo podemos darles las gracias por el apoyo recibido", señaló Mastroeni, que está nacionalizado estadounidense y forma parte de la selección de las barras y las estrellas. "Es increíble ser campeón y poderlo dedicar a todos los seguidores".
El veterano "Piojo" Lopez, de 36 años, que llegó a los Rapids para iniciar su segunda etapa en la MLS después de haber estado con los Wizards de Kansas City, dijo que todavía no se podía creer que estaba viviendo el sueño de ser campeón de la Copa MLS 2010.
"Es espectacular estar a estas alturas de mi carrera encontrarme con una final y ganarla. Cada campeonato tiene un sabor diferente y todos tienen un sabor agradable", declaró el ex jugador del Racing Club (Argentina), Valencia (España), Lazio (Italia) y América (México).
Aunque López no salió a jugar ningún minuto, algo que lo dejó un poco triste, dijo que lo importante había sido que todo el equipo y sus compañeros hicieron un gran partido.
"La verdad que si me quedo con un poquito de bronca, tenía ganas de participar en el juego y lamentablemente no se pudo dar, pero sin embargo creo que los chicos hicieron un gran trabajo y las cosas muy bien para merecer el triunfo", agregó López.
La cara de la derrota la expresaron el colombiano Ferreira, su compatriota Jair Benítez, el hondureño Marvin Chávez y el mexicano estadounidense Daniel Hernández, que vio como perdió su cuarta final desde que llegó a la MLS en 1998 con el Galaxy de Los Ángeles.
Ferreira, el ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga y el hombre clave y cerebro del equipo, aunque marcó un gran gol para darle la ventaja parcial al FC Dallas, reconoció que lucharon hasta el final pero por dos errores puntuales perdieron la gran final.
"Estoy triste por no conseguir el objetivo y porque fuimos mejor equipo en el campo, pero no supimos transformar nuestro dominio y superioridad en goles", declaró Ferreira. "Hicimos todo para anotar el marcador pero las cosas no se dieron".
Ferreira reconoció que los dos "errores" de los goles marcados por los Rapids no se tenían que haber dado, y ahí fue donde perdieron el partido.
"Cometimos dos errores que no podíamos cometer. Sabíamos la importancia del partido y desafortunadamente en dos fallos perdimos el partido", señaló Ferreira.
Por su parte, Benítez, que participó en la jugada del primera gol de los Rapids cuando el delantero Conor Casey fue más rápido en tocar el balón para batir al arquero Kevin Hartman, dijo que la acción había sido más cuestión de suerte que de acierto del rival.
"El balón quedó muerto, Kevin (Hartman) no lo vio y Casey sólo tuvo que tocarlo porque mi posición en el suelo no era la mejor", comentó Benítez. "Lo del segundo, con el rebote en la pierna de George John, simplemente no merece comentario".
Chávez dijo que no había que quitarle mérito a los Rapids, que hicieron su partido, pero el fútbol tenía esas cosas, de que no siempre ganaba el equipo que mejor fútbol había hecho en el campo.
"Creo que fuimos los que propusimos el mejor fútbol de ataque y espectáculo, pero al final no pudimos conseguir los goles de la victoria", valoró Chávez. "Hay que seguir trabajando y pensar en la próxima temporada".
Por su parte, Hernández, un tejano de origen mexicano, admitió que una cuarta derrota en la gran final era algo "frustrante", pero la temporada había tenido otras compensaciones que la iban a hacer más llevadera.