Houston, 30 dic (EFE).- La incógnita sobre la participación del veterano mariscal de campo Brett Favre el próximo domingo como titular de los Vikings de Minnesota se mantiene al no haber superado con éxito la prueba médica para ver si se había recuperado de la última conmoción cerebral que sufrió.
De esta manera, el final de la tortuosa temporada que le ha tocada vivir a Favre, de 41 años, que podría ser la última de su carrera profesional, sigue sin tener claro si va a poder disputar el último partido de la competición regular, ya que los Vikings están eliminados de los "playoffs".
El entrenador interino de los Vikings, Leslie Frazier, declaró hoy, jueves, que Favre no ha superado con éxito el reconocimiento médico tras haber sufrido una conmoción cerebral, así que el veterano mariscal de campo debe esperar tres días más para tener la luz verde y poder jugar el domingo en Detroit ante los Lions.
Frazier informó que el equipo aún no ha determinado cuándo Favre volverá a someterse a un nuevo reconocimiento, ya sea el jueves o viernes. Favre no superó el control efectuado el miércoles.
"Estamos interesados y queremos que juegue", destacó Frazier. "Pero debe hacerlo con todas las garantías de cara a su integridad física".
Favre, tres veces Jugador Más Valioso (MVP) de la NFL y dueño de casi todos los récords de pases, ha dicho repetidamente que su vigésima temporada en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) iba a ser la última, algo que ya ha dicho en varias ocasiones y luego ha vuelto a la competición.
Sin embargo, todo parece indicar que esta vez si va en serio lo de la retirada y más después de los problemas personales que ha tenido fuera del campo de juego.
Aunque lo más importante de todo es que como jugador ya no tiene el potencial de las temporadas anteriores y ahora comienza a tener todo tipo de problemas físicos.
Su racha de 297 partidos consecutivos de temporada regular como titular, la mejor marca en la historia de la NFL, llegó a su fin hace dos semanas cuando no pudo recuperarse a tiempo de una lesión en el hombro para un duelo contra los Giants de Nueva York.
Favre tampoco pudo jugar el martes en Filadelfia cuando los Vikings se enfrentaron a los Eagles y ayer, miércoles, recibió la mala noticia de la multa de 50.000 dólares que le impuso la NFL.
El motivo del castigo económico estuvo en el hecho de no haber cooperado con la investigación sobre una denuncia en la que presuntamente había enviado mensajes y fotos inapropiadas a una ex empleada de los Jets de Nueva York, cuando ambos estuvieron en la misma organización la temporada del 2008.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo que no se le impuso suspensión a Favre porque la investigación no pudo determinar con evidencia clara que el veterano mariscal de campo había enviado las fotos inapropiadas, además de confirmarse que nunca tuvo una reunión o contacto personal con Jenn Sterger, la mujer que las recibió.
Hasta el momento no ha habido reacción por parte de los abogados de Sterger, que habían amenazado que si la NFL no castigaba a Favre presentarían una demanda formal ante la ley.
