Redacción EEUU, 1 ene (EFE).- El mariscal de campo Brett Favre quiere ser hasta el final de temporada el centro de atención, aunque en esta ocasión porque es duda su participación en el último partido de la temporada regular y tal vez el de su exitosa carrera profesional.
El nombre de Favre ha aparecido frecuentemente en el informe semanal de lesionados de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) durante los 20 años que lleva de profesional, debido a todo tipo de problemas con los esguinces, tirones musculares y contusiones, pero al final siempre encontraba la manera de recuperarse y jugar.
Sin embargo, esta vez puede que no tenga la posibilidad de la recuperación de última hora después que su equipo de los Vikings de Minnesota declararon el viernes que Favre, de 41 años, está en duda para jugar frente a los Lions de Detroit, debido a los efectos persistentes de una conmoción cerebral.
Favre estuvo con el resto de los compañeros en el entrenamiento y utilizó su jersey rojo de mariscal de campo, pero no se puso el casco ni participó en jugada alguna.
El entrenador interino de los Vikings, Leslie Frazier, se negó a decir si Favre ha aprobado los análisis requeridos por la NFL antes de que un jugador pueda volver al terreno tras haber sufrido una conmoción.
Favre sufrió un golpe en el partido del pasado 20 de diciembre, frente a los Bears de Chicago, y el veterano mariscal de campo tampoco pudo jugar el pasado martes en el partido que los Vikings disputaron contra los Eagles de Filadelfia.
La baja de Favre fue la segunda vez en tres semanas que Favre se perdió un partido, luego de que rompió su racha de 297 consecutivos disputados desde el inicio, que es marca histórica en la NFL.
"Por ahora, voy a dejar esto en duda, sin dar detalles", declaró Frazier. "Nunca lo descartamos a él".
Hasta el jueves por la mañana, Favre no había aprobado los análisis que exige la NFL para que un mariscal de campo que ha sufrido una conmoción cerebral pueda volver a la competición.
Durante toda la semana, Favre no ha hablado con la prensa, pero Frazier describió su actitud como positiva.
Mientras sus compañeros realizaban estiramientos previos a la práctica, Favre bailó un poco a un costado del terreno, con la música de Michael Jackson y de Vanilla Ice, que sonaba por los altavoces.
Quien ya sabe que no podrá jugar el último partido de la temporada regular con los Bengals de Cincinnati es el receptor abierto estelar Chad Ochocinco cuando su equipo se enfrente a los Ravens de Baltimore.
La causa será que no ha podido recuperarse de la lesión que sufre en el tobillo izquierdo, que requerirá de una cirugía cuando concluya la temporada regular.
Ochocinco estuvo inactivo el domingo pasado para el partido que los Bengals ganaron por 34-20 a los Packers de San Diego, debido a una protuberancia ósea en el tobillo.
El entrenador de los Bengals, Marvin Lewis, había sugerido antes de ese partido que Ochocinco estaba deprimido, lo que ocasionó que el receptor respondiera disgustado en su cuenta de Twitter.
El jugador no entrenó esta semana y el viernes se confirmó su ausencia.
Los Bengals tienen una opción para retener al receptor por otra temporada, a cambio de 6 millones de dólares.
Mientras que el veterano estelar Terrell Owens, quien fue el líder del equipo en recepciones, es agente libre y trata de recuperarse tras una cirugía de rodilla.
