Redacción EE.UU., 23 dic (EFE).- La presencia del mariscal de campo Brett Favre con los Vikings de Minnesota para el partido del próximo domingo ante los Eagles de Filadelfia sigue siendo duda debido a la conmoción cerebral que sufrió el pasado lunes contra los Bears de Chicago.
Mientras, los Vikings se preparan esta semana con la idea de que Favre no podrá jugar debido a la conmoción cerebral que lo obligó a estar fuera la mayoría del tiempo del partido anterior, pero si algo ha aprendido el equipo esta temporada es que nunca pueden descartar al veterano mariscal de campo.
Favre logró comenzar el encuentro del lunes por la noche después de que un informe de lesionados lo había descartado. Y en otras semanas de la campaña, se desconoció si participaría hasta unas horas antes de los partidos, que luego jugó.
El entrenador interino de los Vikings, Leslie Frazier, declaró que la condición de su mariscal de campo titular será evaluada a diario.
Favre, de 41 años y al parecer próximo al retiro, será sometido a pruebas todos los días hasta que reciba el alta del cuerpo médico del equipo, que serán los que le den la autorización para que pueda volver a entrenar.
"Si nuestros médicos le dan el visto bueno, todo cambiará, pero si ello no ocurre, no hay mucho que podamos hacer, sino seguir su recomendación", señaló Frazier.
Los Vikings tienen dos partidos pendientes esta temporada, en la que no se clasificaron a la fase final. Favre ha dicho que ésta será su última campaña en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), donde estableció la marca histórica de jugar 297 partidos consecutivos.
Frazier indicó que el plan es que el novato Joe Webb sea titular el domingo contra los Eagles, a menos que mejore la condición de Favre, que no estuvo disponible para hablar con los periodistas al concluir el entrenamiento.
Su compañero Ryan Longwell comentó en broma que Favre resentía tanto el golpe en la cabeza que lo llamó "Brian" el miércoles, cuando conversaron.
"Ciertamente, cuando tu cabeza se golpea contra una superficie dura no hay que bromear. Pero él está muy bien", destacó Longwell. "Nos reímos de un par de cosas".
Favre también tiene problemas extra deportivos con la investigación que la NFL sigue por los presuntos mensajes de texto y fotos intimas que le envió a una ex trabajadora de los Jets de Nueva York cuando ambos coincidieron en el equipo la temporada del 2008.