Cuatro intercepciones a Phillip Rivers marcaron el camino de los Chargers en su partido ante los Miami Dolphins en San Diego.
El equipo de Florida se alzó con la victoria por 31 a 24. San Diego, pese a estar en varias ocasiones arriba en el marcador, acabó sucumbiendo por sus propios errores.
A un minuto del final del último cuarto, Kiko Alonso atrapó un servicio del QB del equipo sandieguino, para recorrer a placer el emparrillado y poner cifras definitivas.
Dicho resultado representa la primera derrota de los Chargers en casa ante Miami en los últimos 11 años.
Así, los de San Diego se quedan en el fondo del Oeste de la Conferencia Americana.
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