Redacción EE.UU., 6 dic (EFE).- La figura del mariscal de campo Tom Brady se engrandeció aun más después de la exhibición de pases que dio ante los Jets de Nueva York para guiar a los Patriots de Nueva Inglaterra a la victoria por paliza de 45-3.
El duelo por el liderato de la División Este de la Conferencia Americana (AFC) no tuvo más equipo en el campo que los Patriots, que confirmaron su condición de máximo aspirante a luchar por el título del Super Bowl.
El partido disputado en el Gillette Stadium, de Foxboro (Massachusetts), permitió a los Patriots lograr el cuarto triunfo consecutivo y dejar su marca en 10-2, la mejor de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) al completarse la decimotercera semana de competición.
Brady lanzó cuatro pases de touchdown y completó envíos para 326 yardas por aire para ganarle el duelo individual al mariscal de campo mexicano estadounidense Mark Sánchez, al que le tocó dirigir el ataque de unos Jets desbordados en todos los apartados del juego.
Lo que se había presentado como uno de los partidos que podrían ser considerados una final anticipada dentro de la AFC, en el terreno de juego, en medio de temperaturas bajo cero, se convirtió en un paseo y exhibición para los Patriots, y especialmente para Brady.
El mariscal de campo estelar de lo Patriots ganó su vigésimo sexto partido consecutivo de temporada regular en Gillette Stadium, una nueva marca en la historia de la NFL, que hasta ahora estaba en poder del Brett Favre, con 25 triunfos, cuando jugaba con los Packers de Green Bay.
Además, Brady ha lanzado al menos cuatro pases de anotación y sin interceptaciones en dos victorias consecutivas.
"Ha sido un partido perfecto para nosotros", declaró Brady. "Todo nos funcionó bien, en el ataque estuvimos concentrados y sin fallos y la defensa fue demoledora, sin concesiones".
Los Patriots también acabaron con la racha triunfal de ocho triunfos consecutivos que tenían los Jets como visitantes, cinco de ellos logrados en la presente temporada.
Los Jets (9-3) habían ganado cuatro partidos seguidos, pero todos habían sido con rivales con más juegos perdidos que ganados, mientras que la prueba de fuego de los Patriots fue demasiado.
La defensiva de los Patriots, clasificada en el lugar 32 de la NFL, surgió con una gran labor al interceptarle tres envíos a Sánchez y el ex corredor de los Jets, Danny Woodhead, convirtió un par de pases cortos en avances de 35 y 50 yardas, que iban a ser decisivos.
Sánchez completó 17 de 33 pases sin envíos de anotación y le interceptaron tres balones para dejar a los Jets con la peor derrota desde que otro lunes, en la temporada de 1986, también perdieron por 45-3 ante los Dolphins de Miami.