La pelea más esperada del año respondió a las expectativas con un final dramático que puso a brincar a más de uno frente al televisor. El que no cumplió con esas expectativas fue Julio César Chávez jr quien tuvo una actuación decepcionante en que no supo explotar sus virtudes y fue derrotado por decisión unánime por Sergio "Maravilla" Martínez.
Sabemos, lo hemos dicho, que Julio es un boxeador limitado, que tiene varias carencias importantes, pero que sus virtudes son fuertes y le bastan para ser un peleador competitivo. Pero esas carencias explican la diferencia de por qué es un peleador competitivo, y no uno de élite.
Sin embargo, en la pelea del sábado, Julio tenía para dar más y lo demostró en el último round cuando derribó al Maravilla Martínez y lo tenía seriamente lastimado, al borde del nocaut. A pesar de ser arrasado por 10 u 11 rounds, Julio se quedó a un golpe de la victoria.
Aquí presentamos el análisis de varios puntos en los que Julio se equivocó y que le costaron la pelea:
1.No pudo establecer su golpeo al cuerpo
Lo habíamos dicho. La mejor arma que tiene Julio César Chávez jr es el golpeo al cuerpo que heredó de su padre y el éxito que tuviera en ese aspecto definiría la pelea. Julio no pudo establecer su golpeo al cuerpo porque no fue persistente para arrinconar a Martínez. Es cierto que Martínez tiene mucha movilidad, pero Julio subió bien físicamente, y hubo momentos en que pudo arrinconar al argentino, sin embargo, Chávez se vio tímido en su castigo. Las pocas veces que Julio aguijoneó el hígado de Martínez, éste de inmediato lo resintió enconchándose y bajando el codo, pero el mexicano no insistió. Si Julio llegaba al sexto round sin haber pegado lo suficiente al cuerpo, tenía que aplicar el plan B. Pero no hubo plan B.
2.No dio continuidad a su ataque
Martínez se movió sobre el ring la mayor parte del combate, pero sí hubo lapsos en que se detuvo a intercambiar y Julio, inexplicablemente, metía uno o dos golpes y esperaba a no sé qué. Era entonces que Martínez se le salía del alcance. La impotencia que mostraban los comentaristas era la misma que sentíamos todos. Julio tenía a Martínez donde quería y no lo atacaba. Normalmente cuando está en el cuerpo a cuerpo Julio busca abrir los codos del rival usando uppers por en medio combinados con ganchos al hígado. Contra Martínez no hizo ni una cosa, ni la otra.
3.Se quedó en el centro del ring
El estilo de Julio es el de acosar y perseguir, no el de boxear alrededor del rival. Hubo lapsos del encuentro en que Julio, inexplicablemente, era el perseguido. Esa, quizás, era una trampa para atraer a Martínez, pero nunca lo dejó llegar, pues seguía caminando en reversa o se quedaba en el centro del ring, el peor lugar para Julio, porque Martínez tenía todas las salidas a su alcance. Cuando lo tuvo en las esquinas o en las cuerdas, insistimos, Julio lo dejó salir.
4.Se amarró
El propio Julio lo dijo: se sintió amarrado. Había momentos en que los puños tenían que soltarse casi como una ley de la gravitación boxística. Eran golpes cantados que se tenían que soltar sí o sí, porque Martínez estaba en el rango, porque estaba en el rincón o en las cuerdas. Y sin embargo, esos golpes nunca llegaron. ¿Por qué? Exceso de respeto, ¿quizás?IR AL PRINCIPIO