TIJUANA.- Con un profundo interés por la ciencia, Jaime Castillo, disfrutaba de participar en concursos desde quinto grado de primaria con el fin de ayudar a la comunidad, esto lo llevó a querer enriquecerse cada vez más de conocimiento.

Con la ayuda de sus padres y el director del colegio La Paz, Moisés Camarena Lew, Castillo optó por participar en proyectos de investigación en la Universidad de California en San Diego, donde trabajó con nanopartículas de plata para combatir el cáncer.

Sin embargo, esto solo fue un escalón más ya que el Club Rotario Tijuana, le ofreció que fuera de intercambio a Polonia, esto le preocupaba por el hecho de que podría perder un año en la preparatoria y que estaría lejos de su familia. Al final, terminó por convencerse cuando la Dr. Olivia Graeve, la encargada del programa le dijo: "busca laboratorios en Varsovia y tal vez te puedan recibir en alguno de ellos".

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Al contactarse con la Universidad de Varsovia logró conseguir un lugar en el laboratorio de Máquinas Moleculares, lugares en dónde solo logran acceder investigadores con maestrías o doctorados. Tuvo que realizar algunas pequeñas tareas al principio para así poder ganarse su confianza, ofreciéndole más tarde la oportunidad de desarrollar su propia investigación.

Fue entonces cuando decidió conseguir el antibiótico que evitara que las bacterias se volvieran resistentes a ellas, ya que la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de la Unión Europea informó que en el 2050, los antibióticos conocidos no matarían a las bacterias.

Confiado en su investigación y con el apoyo y aliento de sus compañeros, Castillo entró al Competencia Interuniversitaria de Biotecnología, siendo el único latino entre más de 100 participantes de posgrado y universitarios provenientes de Cambridge, Berlín, Barcelona y Alemania.

Aunque confiaba en su investigación, no pudo evitar sorprenderse cuando se enteró que había ganado el segundo lugar en el concurso:

"Los primero que piensas cuando ganas es en todas las personas que te ayudaron... porque sí, yo era el que estaba haciendo las 96 pruebas cada dos horas, pero al final de cuentas, estar ahí es gracias al apoyo de muchísima gente, toda la sociedad, toda Tijuana..."

Vía Scirebc

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