La gran mayoría de los viajeros fronterizos quienes hacen uso del Aeropuerto Internacional A.L. Rodríguez en Tijuana son mexicanos, o bien latinos estadounidenses con vínculos a México. Ahora, los desarrolladores de un puente de cruce fronterizo que operará de manera privada y conectará directamente con la terminal mexicana, espera que este proyecto expanda el interés de Estados Unidos para que vuelen a Tijuana y a destino en todo México.
La visión es aquellos estadounidenses que tienen ciertas preocupaciones de manejar hasta Tijuana, o se preocupan por las largas horas de filas para regresar a Estados Unidos, reserven un vuelo en el aeropuerto Rodríguez.
"Existe una gran oportunidad para que los estadounidenses viajen en México," menciona Enrique Villa, jefe ejecutivo de Otay Tijuana Ventures, constructor y operador del futuro Cross Border Xpress. "Esto es algo que el aeropuerto de Tijuana no está explotando mucho."
De los casi 4.7 millones de pasajeros que hicieron uso de aeropuerto de Tijuana el año pasado, cerca del 60% viajaban hacia o del sur de California. La idea es que al pagar una cuota en el puente, los viajeros ahorraran tiempo y evitaran una congestión de autos y peatones en las garitas de Otay Mesa y San Ysidro.
Los desarrolladores del proyecto estiman que por lo menos la mitad de quienes cruzan harán uso del puente, esto siendo equivalente a 1.5 o 1.8 millones de pasajeros durante el primer año de operación. Mientras que se busca un mercado estable para generar usuarios, se continúa trabajando en el puente para atraer a nuevos pasajeros al aeropuerto, el cual ofrece vuelos directos para más de 30 destinos mexicanos.
El plan ha sido criticado por algunos en Tijuana ya que esto trae muy pocos beneficios para la ciudad, no obstante, Valle menciona que esta medida podría ayudar a impulsar el turismo. Las reglas permitirán a los viajeros el cruzar la frontera 24 horas antes de su vuelo, dándoles oportunidad de comer en Tijuana antes de despegar, o bien, agendar reuniones o citas médicas.
Entre los que sí apoyan el proyecto se encuentra Malin Burham, un desarrollador de bienes raíces en San Diego y copresidente de Smart Border Coalition, un grupo de Tijuana y San Diego cuyos miembros impulsan un cruce fronterizo más eficiente.
"Esto hará que más personas estén dispuestas a volar desde Tijuana como nunca," mencionó Burham al concluir el recorrido en el sitio de construcción para los miembros de coalición el pasado martes.
Los inversionistas detrás del Otay Tijuana Venture incluyen al magnate de bienes raíces de Chicago, Sam Zell y tres socios mexicanos en conexión con el Grupo Aereoporturario del Pacífico, el cual opera el aeropuerto de Tijuana.
El proyecto de $120 millones de dólares de Cros Border Xpress es operado de manera privada y es una instalación con ánimo de lucro como ninguna otra garita de la frontera de Estados Unidos. Solo viajeros con boleto podrán hacer usos de este puente peatonal de 390 pies el cual se expande desde el cerco estadounidense hasta el aeropuerto de Tijuana. Valle menciona que la apertura de este está agendada para diciembre, con cuotas que irán de los $13 a $17 dólares por viaje.
El proyecto incluye una instalación del lado de Estados Unidos donde los pasajeros podrán entrar y salir del puente, permitiéndoles el ser recogidos o dejados en el sitio a través de transporte público o privado.
Diseñado por el fallecido arquitecto mexicano, Ricardo Legorreta, quien se hiciera famoso por su uso de colores, el establecimiento contará con una aduana estadounidenses e inspección de inmigrantes, así como un restaurante, sports bar, sala VIP, un café y una tienda libre de impuestos. Habrán cerca de 900 espacios de estacionamiento disponibles para el público, así como espacios para autobuses locales e interciudades, asimismo, también habrán taxis y autos Uber.
El proyecto, el cual llevaba años en etapa de planeación, evolucionó de una primera idea que anduvo flotando en los 90, donde se quería crear un aeropuerto nacional en Otay Mesa para reemplazar a Lindbergh Field. El proyecto de "aeropuertos gemelos" suponía construir un corredor al norte de la frontera paralelo al que ya existe en el aeropuerto de Tijuana.
El plan fue apoyado por Ron Roberts, quien en ese entonces era miembro del Consejo de la Ciudad de San Diego y ahora es supervisor del Condado, ganando mucho apoyo por parte de Estados Unidos y México, pero obteniendo muchos detractores a su vez.
"El proceso era tan largo que no había suficiente adquisición de alto nivel," mencionó Steve Castaneda, un ex oficial del Ayuntamiento de Chula Vista y consultor de transporte quien escribió un estudio sobre la propuesta de los aeropuertos gemelos. "Solo se hizo mucho ruido y no sucedió nada."
La discusión de los aeropuertos gemelos le dio vida a una idea diferente: Ralph Nieders, un hombre de negocios sandieguino con conexiones en México, fue el primero en proponer una terminal de cruce fronterizo, mencionó Castaneda. El Consejo de Desarrollo Económico del Condado Sur permitió hacer un estudio de la propuesta, donde se demostró que "esto era viable."
Con esta nueva conexión de cruce fronterizo, "las personas tendrán más acceso a México y America Latina que antes," menciona Castaneda. "Ya es tiempo."
Llevando la batuta del recorrido para los miembros de Smart Border Coalition se encontraba Harry Nuño, el director de desarrollo del proyecto. Él espera que este establecimiento no solo sea útil para viajeros, sino para trabajadores y residentes cerca del área de Otay Mesa quienes quieran detenerse por alguna comida o bebida.
"Queremos que este lugar viva, no solo por nosotros, sino para la comunidad entera," mencionó.
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