Oaxaca .- Un total de 222 denuncias de secuestro de migrantes centroamericanos en México fueron presentadas durante 2010, informó el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río.

En declaraciones a la prensa en el sureño estado mexicano de Oaxaca, Beltrán del Río explicó que el mayor número de casos de estas 222 denuncias fueron presentadas en los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Nuevo León, Chiapas y Oaxaca.

Estas denuncias son investigadas, dijo el funcionario, por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía), mientras que personal del INM "da todas las facilidades" para que los afectados acudan a sus embajadas o consulados a presentar sus acusaciones o lo hagan vía internet.

En cuanto a la denuncia del presunto secuestro de 50 migrantes centroamericanos hecha por el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador del Albergue Hermanos en El Camino, explicó que hasta el momento no se tiene ningún indicio sobre el caso.

Recordó que por este caso 12 testigos del presunto secuestro declaran ante un agente del Ministerio Público Federal. El supuesto secuestro habría ocurrido el pasado 16 de diciembre en el poblado oaxaqueño de Chahuites que limita con el estado de Chiapas.

El pasado 22 de diciembre ocurrió otro secuestro de nueve migrantes centroamericanos, en el que integrantes de una presunta banda del crimen organizado asesinó a un migrante de El Salvador, tres de ellos lograron escapar y de cinco se desconoce su paradero.

La información del INM contrasta con la ofrecida la semana pasada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH, Defensor del Pueblo) que aseguró que en 2010 tiene reportes de 20 mil secuestros de migrantes indocumentados.

Por territorio mexicano pasan cada año entre 200 mil y 300 mil inmigrantes centroamericanos con la intención de llegar a Estados Unidos y en su camino son sorprendidos por bandas del crimen organizado que los roban o secuestran para pedirles a sus familiares que paguen el rescate.

También se ha sabido que los carteles de las drogas los secuestran para que trabajen con ellos como sicarios.