Adolescentes son presentados en el Consejo Titular de Menores de Tijuana. David Maung / SanDiegoRed.com

"Hay una dinámica muy compleja en el Estado… precisamente el crimen organizado se está valiendo de la falta de valores, por la cuestión económica, y está contratando a jóvenes. Muchos son narcomenudistas", dijo Moreno.

Casi paralelamente a la aparición de adolescentes utilizados como "mulas", los centros de rehabilitación han advertido un incremento de adictos menores de edad, sobre todo a las metanfetaminas, la droga más económica en el mercado negro.

La metanfetamina ha contaminado a muchos jóvenes y a la clase trabajadora por su bajo costo en la calles y porque prolonga más la euforia que la heroína o la cocaína, dijo Mario Anguiano, un adicto rehabilitado hace catorce años que actualmente es consejero de adicciones y terapeuta familiar.

Esta droga ha sido un boom en esta ciudad; en los últimos diez años ha desplazado a otras drogas de uso, afirma José Héctor Acosta, director de la Unidad de Tratamiento del Centro de Integración Juvenil, un organismo en Tijuana que tiene 37 años atendiendo casos de adicciones con especialistas médicos.

Según la Encuesta Nacional de Adicciones, Tijuana tiene el mayor número de consumidores de esta droga desde 2002, que es una pastilla que parece una aspirina y es mucho más fácil de usar; actúa rápido y evita la parafernalia de esnifar e inyectarse.

El mismo documento afirma que esta ciudad tiene el segundo lugar nacional en cocainómanos y el tercero en dependientes a la mariguana desde 2008. A diferencia de cualquier otra región en el país, en esta frontera la droga de inicio no es el alcohol sino la metanfetamina y la mariguana.

Además una encuesta realizada por el Instituto de Psiquiatría en escuelas de nivel básico del estado de 2008 a 2011, reveló que 106 mil estudiantes menores de edad están propensos a consumir drogas dado sus contextos de desintegración familiar, padres adictos o hábitats donde el uso y venta de droga es común.

Ramón Arreola, director académico del Cirad, un centro de rehabilitación que atienden a 500 dependientes de drogas adultos y menores de edad de la ciudad, dijo que en las calles sigue habiendo mucha droga pese al combate que el gobierno ha realizado contra los narcotraficantes.

Pero la novedad, dijo, es la utilización de niños para la venta de drogas. No era usual hace dos años y ahora en el Cirad están atendiendo al mes cuatro o cinco niños que además de adictos se dedicaban a vender, más los 25 ó 30 casos al mes de niños que sólo consumen.

Luis Alberto, el adolescente que vendía y pretende rehabilitarse en el Centro de Integración y Recuperación para Adictos, dijo que no estaba ahí por su voluntad. Lo internaron a la fuerza pero se había sentido últimamente bien consigo.

"Sí quiero salir pero a la vez no, porque sé que voy a regresar a donde mismo. Lo que más extraño de andar afuera es jugar fútbol. La verdad me gusta más el fútbol que la droga. A veces me decían mis amigos que fuéramos a drogarnos y yo les decía que no, que quería seguir jugando", dijo.

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