El Centro de Conservación Manatíes de Puerto Rico es una referencia internacional

El Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico de la Universidad Interamericana es referencia internacional para la defensa de esta especie en peligro de extinción en el Caribe.

Bayamón (Puerto Rico), 22 jul (EFE).- El Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico de la Universidad Interamericana es referencia internacional para la defensa de esta especie en peligro de extinción en el Caribe.


El director del centro y profesor de Biología Marina en esa universidad, Antonio Mignucci, señaló hoy a Efe que desde Puerto Rico trabaja para asesorar a países de América Latina en la defensa de los manatíes.


"Actuamos como puente con América Latina", destacó Mignucci, tras explicar que el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico ha asesorado en los últimos años a Perú y Colombia, países con importantes colonias de manatíes.


Mignucci subrayó que la cercanía cultural y el idioma han hecho que su centro colabore de forma estrecha con esos países, a los que los expertos de Estados Unidos -país líder en investigación sobre manatíes- tienen reticencia para desplazarse.


El experto puertorriqueño se refería a la labor de asesoría que durante los últimos años ha llevado a cabo en ACOBIA-DWA ZOO, en el área amazónica de Iquitos (Perú), donde se desarrolla un proyecto de rescate de crías de manatíes.


"Colaboramos en ese centro para la recuperación de catorce animales", cuenta Mignucci sobre el apoyo dado a sus colegas peruanos.


El apoyo del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico a países latinoamericanos también ha llegado a Colombia, en concreto a la Fundación Omacha, organización no gubernamental dedicada a la investigación y conservación de recursos naturales con énfasis en ecosistemas acuáticos.


"En Colombia hemos colaborado en un proyecto para manatíes en el Caribe de liberación de ejemplares con transmisores para ser controlados", señaló Mignucci sobre el trabajo con la Fundación Omacha.


El profesor recordó que también ha ayudado en labores de asesoramiento al Acuario de Santo Domingo de la República Dominicana, país que como denuncia tiene una población de manatíes más escasa que la de Puerto Rico y menos protegida por normativa legal.


La labor del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico ha trascendido al ámbito continental, cuenta Mignucci, que este año se desplazó a Taiwán para ayudar a un centro local en la recuperación de un manatí enfermo.


Un colaborador de su equipo también se desplazó, en este caso a Gabón, para enseñar a expertos locales del país africano el tratamiento de recuperación de crías de este mamífero marino.


El centro puertorriqueño, en el que colaboran 30 personas, cuenta en la actualidad con dos animales en recuperación, un adulto bautizado "Guacara", procedente de Florida, donde fue golpeado en 2008 por una lancha en el río Wakulla, lo que le dejó cicatrices en su lomo y lesiones en el diafragma y los pulmones.


"Guacara" ejercerá en el centro de padre sustituto de crías huérfanas de la especie, labor que comenzará con "Aramana", rescatado el pasado mayo en una playa de Dorado, localidad del norte de la isla caribeña.


El animal, un macho, fue trasladado a las instalaciones del centro que dirige Mignucci en el que se recupera.


El centro, con un presupuesto anual de 250.000 dólares, se mantiene gracias a la ayuda gubernamental, de la propia Universidad Interamericana y de empresas privadas.


La aportación de fondos es fundamental para el mantenimiento del centro, ya que el ejemplar adulto consume alimentos -lechuga, espinacas o plátanos- por valor de miles de dólares al año.


El experto resaltó que el esfuerzo es fundamental para recuperar a una especie en grave peligro de extinción en el Caribe y Puerto Rico, país en el quedan cerca de 600 ejemplares.


Dijo que para la continuidad de la especie se necesitan entre 3.000 y 4.000 ejemplares en la isla.


Tras la casi prohibición de su caza que supuso una ley de protección en 1994, la principal amenaza para la especie han sido los accidentes que sufren los manatíes, golpeados por embarcaciones de recreo en las cercanías de la costa puertorriqueña.


El manatí o vaca marina, que alcanza hasta 5 metros de longitud y 500 kilogramos de peso en su etapa adulta, habita ríos y estuarios de la cuenca del mar Caribe y formaba parte de la dieta de los taínos, los indígenas que habitaban Puerto Rico antes de la llegada de los españoles.

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